Vistas
desde lejos, las ciudades y las estrellas se parecen. Tal vez todo lo
que existe, acomodado a cierta escala podría tener la apariencia de
ciudad o de constelación.
Desde la ventanilla del avión, al mirar hacia abajo las calles no existen. Son parte de lo negro.
Desde abajo, en una calle alguien podría dar muchos pasos, cansarse incluso, detenerse, encontrarse
a alguien más, encontrar la muerte. En la escala en la que la calle
existe podría hacer una fiesta, leer un libro o platicar con alguien.
En mi antebrazo derecho, por ejemplo, tengo una constelación que no es
ni ciudad ni estrellas. En lo negro seguramente hay calles y seres que
se conocen y ven las estrellas.
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