26.10.22

El día de las palabras

Tengo unos 40 años conociendo estas letras. Son las mismas del olor a crayola, las del papel calcante y el lápiz sobre el libro mágico. Redondas y ordenadas, como me gustan. Sobre la hoja parece que el mundo puede tener un orden. Una lista es definida, tiene principio y los finales se marcan con punto. Incluso puedes ahí dibujar el mapa del pensamiento y caber todo en la tierra blanca con linderos cortados con guillotinas. Se puede también abrir y cerrar el cuaderno, descansar de él algunas veces, saber que va en la mochila o la bolsa y sentir que ahí está dicho todo. O casi todo. Porque también llegan momentos cuando las palabras no alcanzan para describir. Y es entonces cuando le toca al corazón ajustarse, sentirse, respirarse. Mientras, la mano en pausa y la tinta dentro de la pluma. Ya llegará el momento, pienso. Llegará el día de las palabras. Y sí, siempre llega el día de las palabras. Afortunadamente.