16.1.24

amor infinito

* la maternidad es un concepto y un hacer. es un hacer que me enseñaron como hacer mucho, hacer de más. con mirada curiosa llevo años traduciendo la piedra que me entregaron como estafeta y que al mismo tiempo es la entrada al club de las cargadoras, de las mujeres "buenas" pero agobiadas. contrasto mi herencia con mi experiencia, con mi realidad y no me cuadra por completo todo el tiempo. a veces, la madre abnegada en mí, se asoma. mientras tanto, la conciencia en mí barre las creencias, hace limpieza interna y selecciona los objetos/creencias que ya no le sirven para sacarlos. todo esto sucede mientras dos seres junto a mí contrastan la teoría: a veces la confirman, mas la mayor parte del tiempo la complejizan y profundizan.  si pudiera resumirlo, mi experiencia como madre podría llamarse: aprender a ser el amor incondicional. 
pareciera que "amor incondicional" se parece al sacrificio. sin embargo creo que se parece más a lo contrario: es la voluntad más profunda la que me mueve. la conciencia más abierta la que aparece para decirme que sólo tal cosa puede existir cuando incluyo a mi persona en esa fórmula. cuando me amo tan incondicionalmente que aprendo a amar sin sacrificio ni abnegación, cuando me atrevo a ir más allá de las historias previas y me aventuro en el bosque de encontrar cómo ser y experimentar el amor amor amor.
es una búsqueda en la que no hay mapa, pero sí hay muchos indicios; y cada vez más, cuando aprendo a verlos.
el amor incondicional que me enseñan mis hijos es grande e inmenso. me siento honrada por la vida por haberme entregado esta experiencia.

*durante mucho tiempo he necesitado espacio para ser. de niña soñaba que volaba y sentía/recordaba esa ligereza de la liberación y respiraba el cielo abierto. ahora creo que ese espacio me es natural y tal vez entonces lo recordaba con una mayor claridad. ya más encarrilada en esta vida, se ha ido la costumbre de soñar el vuelo, mas mi mente terrestre lo recuerda tan claramente que creo que ya no es necesario estarlo soñando. ese espacio vital del alma es "interrumpido" por esta forma de vida; a veces así me parece.
sin embargo, aunque no lo recuerdo claramente,  vine a este mundo como a una gran escuela. una escuela efectiva, de experiencia inmersiva que me ha parecido en muchas ocasiones justo lo contrario a ese espacio de cielo abierto en vuelo: un lugar de obstáculos molestos. gran contraste querer fluir y encontrar la pared del juicio, del debería, del así no. gran piedra querer agradar al mundo. gran liberación saber que el agradar es un tanque que no tiene fondo (y por lo tanto tampoco llenadera, como dicen las mamás).
ya que me dejo de pelear con los obstáculos, viene cierta ola de energía y sensación de poder y esperanza. dejarme llevar en ello me ayuda a regresar a mi origen y encuentro que estar ahí es un alimento para mi espíritu. luego viene una paradoja: me dejo de pelear y los obstáculos cambian. corrijo: no sé si es mi mirada la que cambia o son ellos, pero se sienten de otra forma. y eso hace una gran diferencia. tal vez esa sensación es la mirada terrestre a la libertad, o sea la libertad posible a la que se puede acceder desde este mundo o desde este nivel.
a otros niveles, libertad es ser. ser porque sí, sin explicaciones ni ajustes ni peros.
ser internamente, congruencia. 
ser territorialmente, tener espacio para el error propio y la consecuencia propia.
¡qué terrible amar con control y no permitir ser a nuestros seres queridos! es el amor que puede parecer amor pero que no se siente como amor ni remotamente.
respiro.
el camino inicia con el amor propio. ese que nos ilumina el camino para poner límites e identificar nuestras necesidades claramente para poder poner límites claramente, para abrir/cerrar la puerta de lo que se quiera dejar entrar, y no tener pase libre a lo que sea.

...continuará, se editará, se alargará y cortará. por hoy es así.