10.6.24

Brechas

El camino a ser quien soy a veces se siente largo. 

La búsqueda se ha convertido en un descarte: por tramos, lo que no soy es más claro.

He sido la campesina que, machete en mano, abre brecha en la espesura. He sido la respiración entrecortada la decisión completa la mirada fija entre las ramas asoleadas. Soltadora de ramas. Rompedora de ramas. Caminadora sobre ramas.

El arte de descartar a veces es doloroso. Dan ganas de entretenerse en alguno de los pasos más tiempo de lo debido. El reloj interno marca los pasos y es claro en su tic tac.

Paty 2004 sabe de desvíos de camino. Lo digo sin arrepentimiento ni pena. Sí con nostalgia. Sí con curiosidad arqueológica desde el futuro. Lo digo sabiendo que los desvíos no están fuera del guion, que son parte indispensable.

El arte de seguir adelante y dejar abiertas las posibilidades evaluadas previamente. El arte de ser congruente con las nuevas búsquedas, de saber que el "no es aquí" es claro. El arte del abismo, podría llamarse. O del vacío. El arte de permanecer, de amanecer inmutable y con confianza, de seguir escribiendo pase lo que pase.

Mi humanización de la fe y la confianza se llama verbo escribir. Y aquí estoy, abriendo brecha y encontrando nuevas formas de respirar: no entrecortada. La mirada fija la pone la voluntad, no mis ojos. Encontrar formas de ser natural, ser quien soy aquí y allá. Eso es la vida. Encontrar la forma de ser en medio de brechas anecdóticas diversas.


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