11.5.10

así. entre llamada y llamada. hay números pendientes.
hay listas y fotos de lugares. visitas posibles.
cafés a medio terminar que serán vaciados a los dos días
en el fregadero.
papeles clasificados con el número dos
que, pendientes, oscilarán hasta hacer hoyo en el aire.
calendarios y visitas al terapeuta.
recordatorios de que hay algo más enmedio
debajo / encima
adentro
de los días laborales.

en 21 minutos estaré, después del tráfico,
sentada con algo más que la cabeza despeinada
frente a alma y me dirá: ¿cómo estás?

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