9.11.14

Sigue siendo hora de noche

Bueno, todo bien. Queda el decir lo que creo cada vez. Personas con frasquitos en la mano: favor de abstenerse. Personas con algo qué aportar al rompecabezas: bienvenidas. Para construir estorban las palabras lanzadas sobre otros. Buenas noches, mundo.

Noche

Ya es hora de cambio de día. Pienso en cosas inmediatas y no. Es hora de noche, como dice A. 

Falsa alarma

Después de un gran rodeo virtual, en el que pensé que tal vez gmail me estaba obligando a mudar mi blog a otra parte, aquí estoy. —Respiro entre bofeada y aliviada—.
Pienso en Altazor y en Huidobro, ahorita que sólo escucho de lejitos en la tele a Peppa Pig y sus aventuras. Pienso en el jelly bean de este día y de los demás días. Pienso en mi país y en esos papás que tienen semanas buscando a sus hijos, con los peores pronósticos. Nadie debería tener que pasar por todo eso en el camino de abrazar a sus hijos.


1.11.14

Día de muertos

Justo termina octubre hace unos minutos. Inicia el día de muertos y por un rebote de las letras virtuales me entero que falleció hace unos años una persona con la que me topé en la vida de una forma desagradable, intensa. Busco ese correo electrónico que decidí no contestar hace unos años. Y ahí está. Te libero, me libero, estamos en paz, dijo. E ma ho. En ese tiempo sólo pude pensar cómo es que me escribía. Para qué insistir después de tanto tiempo. Para qué darme un recado para otra persona y luego decirme eso. En ese tiempo me dio miedo y decidí no contestar, no indagar, no seguir su petición (el recado nebuloso me pedía que se lo diera a otra persona que ahora también ya está muerta). Hoy supe que seis meses después se fue de este mundo. Buen viaje, desconocida. Estamos en paz, como escribiste aquella vez. De verdad te deseo luz para tu camino.
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Este día recuerdo especialmente a mi hermana María, a quien no conocí. Al tío Toño, quien se fue hace poco. A mi amigo Rafa, quien se fue el año pasado. Y ahora a esta mujer.
Luz para sus caminos. Para allá vamos todos, pero deseo que la vida me conceda muchos años todavía en este mundo.

K.

Es hora de releer o los Diarios de Kafka, o El libro del desasosiego, de Soares. Letras que llegaron en otros momentos y ahora me late que pueden hacer un eco especial. Pensar que llegaron a mis manos por un azar que no busco comprender, como dijo Cortázar. Me pregunto a qué huelen esas páginas ahora, tantos años después. ¿Se habrá quedado atrapada en alguna página alguna hoja de árbol, alguna semilla, alguna carretera? Un misterio más. Kafka es Kafka y ahora lo necesito.
A. de Aire.